Es una de las preguntas más comunes cuando se habla de postura, y también una de las más llenas de mitos. Dormir es algo que hacemos todos los días, por lo que es lógico que busquemos la forma “correcta” de hacerlo. Sin embargo, cuando hablamos de salud postural, la respuesta no es tan simple como “de lado” o “boca arriba”.
En este artículo te explicaré qué dice la evidencia, qué realmente importa y cómo encontrar la posición que te ayude a dormir mejor y sin dolor.
¿La posición para dormir importa realmente para la espalda?
Probablemente hayas escuchado que “dormir mal daña la espalda”. Pero lo cierto es que la espalda está hecha para moverse y adaptarse.
Durante el día realizas miles de movimientos: te inclinas, giras, cargas peso, te estiras… Tu columna soporta mucho más movimiento y presión que en cualquier postura estática al dormir.
Por tanto, ninguna posición para dormir es, por sí misma, perjudicial.

Además, aunque intentes mantener una postura “perfecta”, tu cuerpo cambiará de posición entre 2 y 4 veces por hora durante el sueño (estudio). Esto es completamente normal: moverte mientras duermes ayuda a distribuir la presión, mejorar la circulación y liberar tensiones musculares.
Te puede interesar : Cómo descomprimir la espalda baja desde casa.
En resumen: no existe una posición perfecta, ni una única forma correcta de dormir. Tu cuerpo ya sabe moverse para protegerte y buscar la comodidad que necesita.
¿Por qué cambiamos de posición durante la noche?
Porque el cuerpo no está hecho para la inmovilidad. Durante el sueño, igual que cuando estás despierto, el cuerpo envía señales para que cambies de postura cuando detecta una presión prolongada o una falta de circulación.

Ese movimiento es una estrategia de protección. Dormir completamente quieto durante horas no solo sería incómodo, sino también poco saludable: aumentaría la rigidez articular y el entumecimiento.
La mejor posición para dormir es aquella en la que tu cuerpo puede descansar y moverse con libertad.
¿Entonces, cuál es la mejor posición?
La mejor posición es la que te resulta más cómoda y te permite conciliar el sueño fácilmente. Dormir bien depende mucho más de la calidad del sueño que de la forma exacta en que te acuestes.
Sin embargo, puedes usar almohadas estratégicamente para mejorar el confort y reducir puntos de tensión:
- Si duermes de lado: coloca una almohada entre las rodillas para mantener la pelvis y la columna alineadas.
- Si duermes boca arriba: pon una almohada bajo las rodillas para descargar la zona lumbar.
- Si duermes boca abajo: coloca una pequeña almohada bajo el abdomen o la pelvis para evitar una extensión excesiva de la espalda.

El objetivo no es forzarte a dormir de una manera concreta, sino encontrar tu versión más cómoda de cada postura.
Usa las almohadas como soporte, no como molde. No hay una forma “correcta” universal: hay formas que te hacen descansar mejor.
Cómo dormir si tienes dolor de espalda
Dormir con dolor de espalda puede ser desafiante, pero no imposible. La clave está en encontrar posiciones que reduzcan la presión sobre la zona dolorida:
- Posición neutra: busca que la espalda mantenga sus curvas naturales, sin exagerarlas.
- De lado con almohada entre las rodillas: ayuda a mantener la cadera y la columna alineadas.
- Boca arriba con almohada bajo las rodillas: alivia la tensión lumbar.
Si el dolor es intenso o persistente, no te quedes inmóvil toda la noche. Cambiar de postura y moverte suavemente al despertar mejora la circulación y reduce la rigidez.
Recuerda: el dolor al dormir no siempre proviene de la postura, sino de un sistema nervioso sensible o músculos tensos. Por eso, el movimiento controlado y los ejercicios terapéuticos del Método Funcional pueden ser más efectivos que intentar dormir “recto”.
Referencias: