¿Estas lidiando con un dolor persistente en la rodilla o el muslo?

¿Necesitas ayuda para recuperarte de una lesión nueva o pasada: tendinitis, bursitis, ligamentos cruzados?

Las rodillas son una de las articulaciones más importantes del cuerpo humano. Gracias a ellas caminamos, corremos, saltamos, subimos escaleras o nos agachamos. Son también una de las zonas más solicitadas: cada paso que das puede generar una carga equivalente a 1,5 veces tu peso corporal.

Con los años, ese esfuerzo acumulado puede generar molestias, sobre todo si los músculos y ligamentos que las estabilizan se debilitan. No es de extrañar que 1 de cada 4 personas mayores de 50 años sufra dolor de rodillas, y que casi la mitad experimente alguna limitación para moverse.

¿Por qué aparece el dolor de rodilla?

El dolor de rodilla suele ser el resultado de desequilibrios musculares, rigidez o sobrecarga mecánica, más que de una lesión estructural grave.

A continuación, las tres causas más frecuentes que observamos en consulta:

1. Debilidad muscular y falta de estabilidad: cuando los músculos que rodean la rodilla (glúteos, cuádriceps, isquiosurales, gemelos) no cumplen su función de soporte, la articulación asume sola todo el esfuerzo.
2. Movilidad limitada en la cadera o el tobillo: si estas articulaciones no se mueven bien, la rodilla compensa ese déficit de movimiento… y termina sobrecargada.
3. Desequilibrios de fuerza: los músculos deben trabajar en sincronía. Si uno es más débil o tenso que los demás, la alineación y estabilidad de la rodilla se alteran, generando dolor o inflamación.

¿Qué sucede cuando duelen las rodillas?