7 Errores Comunes que Sabotean tu Progreso para Ganar Masa Muscular (y Cómo Evitarlos)

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Aquí tienes las 7 equivocaciones más importantes y comunes que cometen principiantes e intermedios en su camino para ganar masa muscular. Si quieres progresar de verdad, evita caer en estos errores y optimiza tus resultados.

1. No meterle suficiente intensidad

Un error clásico al intentar ganar masa muscular es no entrenar con la intensidad necesaria. Por ejemplo, muchas mujeres pasan semanas entrenando con mancuernas de 1 a 3 kg, convencidas de que eso será suficiente para construir músculo. Pero la realidad es que, aunque estos pesos pueden ser útiles al principio, pronto dejan de ser un desafío para el cuerpo (ver el punto 4 para ver qué material necesitas). 

El crecimiento muscular ocurre cuando el músculo se ve obligado a adaptarse a un esfuerzo mayor. Si siempre entrenas con pesos que son fáciles de levantar, nunca darás a tus músculos la señal de que necesitan fortalecerse. Esto no significa entrenar hasta el agotamiento total, pero sí que las últimas repeticiones de cada serie deben costar.

Si quieres resultados, deja las mini pesas de lado y atrévete a aumentar progresivamente el peso. Solo así tus músculos tendrán un motivo para crecer.

Pesas demasiado ligeras

¿Crees realmente que puedes construir músculo con estas pesas?

2. No comer lo suficiente (y suficiente proteínas)

Muchas personas se quejan de no ganar músculo, pero cuando analizamos su dieta, apenas están consumiendo 2000 calorías al día. Esto es un problema especialmente para quienes tienen metabolismos rápidos o están en etapas de mayor actividad física. Si no comes lo suficiente, tu cuerpo no tendrá el combustible necesario para construir músculo, y menos aún si no incluyes suficientes proteínas.

La proteína es clave en este proceso, ya que aporta los aminoácidos necesarios para reparar y hacer crecer las fibras musculares. Si no estás seguro de cómo aumentar tu ingesta, te recomiendo leer el artículo «Cómo comer más proteína«, donde encontrarás estrategias prácticas. En general, apunta a consumir al menos 1,6-2 gramos de proteína por kilo de peso corporal al día.

Y no solo se trata de proteínas, también necesitas suficientes calorías totales. Si no estás subiendo de peso después de varias semanas, es una señal de que estás comiendo menos de lo que necesitas. Aumenta progresivamente tu ingesta calórica hasta alcanzar 2500 o incluso 3000 calorías diarias, dependiendo de tu tamaño y actividad. Es posible que ganes algo de grasa en el proceso, pero siempre podrás ajustar más adelante.

Lo importante es dejar de subestimar cuánto necesitas comer para ganar músculo.

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3. Enfocarse en los detalles

Cuando se trata de ganar masa muscular, es fácil distraerse con detalles que realmente no tienen impacto si aún no dominas lo básico. Es como preocuparte por la técnica de un sprint cuando todavía no puedes correr 5 km sin parar.

Por ejemplo, es común escuchar preguntas como: «¿Cómo puedo desarrollar más la parte superior de mis pectorales?» o «¿Qué ejercicio es mejor para dar más pico a mi bíceps?». Pero cuando miramos su nivel de entrenamiento, muchas veces están apenas empezando y levantan pesos muy bajos. En estos casos, el problema no es la falta de detalle en el entrenamiento, sino la falta de fuerza y masa muscular general.

los errores en la musculación

Si llevas menos de 3 años entrenando fuerza, no necesitas un programa de especialización para una zona muscular concreta. En su lugar, enfócate en las bases: entrenamientos que trabajen todo el cuerpo, aumentar progresivamente el peso, comer lo suficiente, dormir bien y ser constante. Estos son los pilares que te llevarán a construir una base sólida.

Recuerda, los detalles como mejorar la forma de un músculo específico se vuelven relevantes solo cuando has alcanzado un nivel avanzado. Hasta entonces, lo mejor que puedes hacer es mantener las cosas simples y trabajar duro en lo fundamental.

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4. No contar con el material adecuado para entrenar en casa

Si crees que vas a ganar masa muscular siguiendo videos de YouTube o programas genéricos diseñados para «entrenar en casa» que en realidad son puro cardio y resistencia muscular, es momento de ser realista: no va a funcionar. Estos entrenamientos no ofrecen el estímulo necesario para construir músculo. Si no sigues una programación adecuada y progresiva, y no cuentas con el material mínimo, estás perdiendo tiempo y energía.

Ganar masa muscular requiere un enfoque estructurado, incluso si entrenas desde casa. Por eso creamos el programa Muscle Fit, diseñado específicamente para quienes quieren resultados reales en casa. Este programa incluye clases guiadas y una versión con listado de ejercicios, enfocándose en la hipertrofia muscular y utilizando el material esencial para maximizar tus progresos.

Recuerda: sin el equipo adecuado y sin un programa pensado para la hipertrofia, tus entrenamientos en casa se quedarán en un nivel básico, incapaces de ofrecer el estímulo necesario para que tus músculos crezcan.

🏋️ Material mínimo necesario para ganar músculo desde casa:

Para mujeres:

  • Mancuernas ligeras (2-4 kg): Para ejercicios de aislamiento como elevaciones laterales y trabajo de hombros.
  • Mancuernas medianas (6-8 kg): Para press de pecho, remo o zancadas.
  • Mancuernas pesadas (10-12 kg): Para ejercicios compuestos como peso muerto y sentadillas.

Para hombres:

  • Mancuernas ligeras (5-8 kg): Para ejercicios de aislamiento como elevaciones laterales o bíceps.
  • Mancuernas medianas (10-15 kg): Para shoulder press, remo o estocadas.
  • Mancuernas pesadas (20-25 kg): Para movimientos compuestos como peso muerto, sentadillas y press banca.

Además: Un banco inclinable que también pueda declinar es una herramienta fundamental para variar los ángulos y trabajar diferentes grupos musculares.

Recuerda: sin el equipo adecuado y sin un programa pensado para la hipertrofia, tus entrenamientos en casa se quedarán en un nivel básico, incapaces de ofrecer el estímulo necesario para que tus músculos crezcan.

5. Tener objetivos inadaptados

Un error común en quienes empiezan a entrenar es fijarse metas irreales o completamente desalineadas con su punto de partida. El clásico caso: un chico de 65 kg, 17 años, que pregunta cuánto tiempo le tomará verse como The Rock, Chris Hemsworth o algún culturista profesional.

O peor aún, los que dicen: “No quiero ser demasiado musculoso como Arnold Schwarzenegger, solo como John Cena”, como si fuera algo que se lograra en unos meses.

7 Errores Comunes que Sabotean tu Progreso para Ganar Masa Muscular John cena

Cuando alguien llega con esta mentalidad, ya sabemos que probablemente abandonará en poco tiempo.

La realidad es que construir un físico impresionante requiere años de esfuerzo, constancia y disciplina tanto en el entrenamiento como en la alimentación.

Si tu única motivación es parecerte a alguien más, sin disfrutar el proceso, te vas a frustrar rápido y terminarás dejando todo.

El objetivo debe ser mejorar, progresar y superarte a ti mismo. Puedes ponerte metas concretas para mantener la motivación (levantar X peso en un ejercicio, alcanzar cierto nivel de desarrollo muscular), pero si entrenas solo por una imagen externa, sin valorar el camino, estarás destinado a rendirte.

Solución: Entrena para ti. No para parecerte a otro. Gana fuerza, mejora tu físico y tu confianza, y disfruta el proceso. Ese es el verdadero camino del progreso en la musculación.

6. Compararte con los demás: un error que te frena

Cada persona tiene un punto de partida diferente en el entrenamiento.

No todos somos iguales cuando se trata de hipertrofia muscular (¡ni en muchas otras cosas!). Hay quienes nacen con músculos largos, más fibras rápidas y una estructura corporal ideal para levantar peso. Otros, en cambio, tienen músculos más cortos, más fibras lentas y una morfología que no les favorece tanto en la fuerza. La mayoría estamos en algún punto intermedio, con fortalezas y debilidades.

Lo importante es que si entrenas bien y comes adecuadamente, tú vas a progresar. Punto.

Siempre te cruzarás con alguien que, sin entrenar bien y comiendo cualquier cosa, tiene un físico impresionante. Y sí, aunque muchos usan sustancias, algunos simplemente tienen una genética fuera de lo común. Pero eso no significa que tú puedas seguir ese mismo camino y obtener los mismos resultados.

En el gimnasio pasa lo mismo: hay personas que en su primer intento de press de banca levantan 90 kg, mientras que otras apenas comienzan con 40 kg. El primero, con dedicación, podría llegar a levantar 180 kg en su máximo, mientras que el segundo tal vez alcance 120 kg. Pero también ocurre que quienes no tienen un talento natural progresan más rápido porque son más disciplinados, mientras que los «dotados» suelen confiarse y estancarse.

Al final, no importa dónde empiezas ni qué hacen los demás. Lo que importa es que sigas mejorando para ti.

Solución: Deja de compararte con los demás. Enfócate en tu progreso, tu esfuerzo y tu evolución. Compararte solo te roba energía y motivación.

7. No ser lo suficientemente paciente

No vas a ganar un centímetro de brazo ni a sumar 10 kg a tu press de banca en un mes. Excepto en casos de personas con una genética excepcional o con un pasado deportivo sólido, el proceso de ganar músculo y fuerza es lento.

Por eso, pesarte o medirte los brazos todos los días no tiene sentido. Solo lograrás frustrarte o, peor aún, caer en una fase de volumen descontrolada con tal de ver cambios rápidos en la balanza.

Para la mayoría de las personas, se necesitan años de entrenamiento constante, junto con una alimentación adecuada, para obtener resultados realmente significativos.

La clave es la consistencia. No busques atajos, sigue el plan y los cambios llegarán.

Bonus: Demonizar las proteínas en polvo

Este es un error clásico, y uno que incluso yo cometí durante años. En lugar de complementar mi dieta con proteínas en polvo, me obligaba a comer latas de atún, carne picada, litros de leche, queso fresco, huevos y vísceras… El resultado: una alimentación cara, nada práctica y frecuentes problemas digestivos.

Aún hoy, en muchos foros de fitness, vemos personas que se atiborran de pan de molde industrial y jamón de supermercado solo para «cumplir con sus proteínas», pero que rechazan las proteínas en polvo como si fueran dañinas.

La realidad es que no hay nada de malo en usar proteína en polvo. De hecho, en muchos casos, es más práctica, más económica y posiblemente más sostenible que un exceso de productos de origen animal consumidos solo por su aporte proteico.

Además, si tienes problemas para subir de peso, añadir avena en polvo a tu dieta puede ser una excelente forma de aumentar las calorías sin generar problemas digestivos.

Proteinas

El entrenamiento de fuerza exige mucho a tu cuerpo, y si no le das los nutrientes adecuados, tu recuperación y progreso se verán comprometidos, sin importar qué tan bien entrenes.

Solución: No tengas miedo de usar suplementos, especialmente proteína en polvo. Son una herramienta eficaz para optimizar tu dieta y asegurar que tu cuerpo tenga todo lo necesario para crecer.

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Conclusión

Probablemente este artículo no sea tan popular como una rutina para pectorales o bíceps, porque a nadie le gusta reconocer sus errores. Pero si eres principiante o intermedio, entender y corregir estos errores hará mucho más por tu progreso que cualquier programa de especialización.

Si te sientes perdido y quieres optimizar tu entrenamiento sin perder tiempo, te recomiendo nuestro programa Muscle Fit, diseñado específicamente para ayudarte a ganar masa muscular con una estructura clara y efectiva. Ojalá hubiera tenido acceso a un programa así cuando empecé, en lugar de malgastar meses probando rutinas y dietas «perfectas» que, al final, solo ralentizaron mi progreso.

Hazlo simple, sé constante y verás resultados reales.

¿Qué son las zonas de entrenamiento y por qué importan?

Imagina a tu corazón como un velocímetro interno que mide constantemente tu nivel de esfuerzo. El número de latidos por minuto varía según la intensidad de la actividad física.

Las zonas de entrenamiento definen rangos específicos de frecuencia cardíaca que corresponden a distintas intensidades de ejercicio.

Desde el punto de vista fisiológico, cada zona refleja el grado en que tu cuerpo utiliza el metabolismo aeróbico y anaeróbico, es decir, cómo oxida la glucosa y la grasa para obtener energía.

¿Por qué es importante conocerlas?

Porque te permiten adaptar la intensidad de cada sesión para activar la respuesta fisiológica que necesitas en función de tu objetivo: mejorar la resistencia, aumentar la velocidad, o simplemente recuperarte.

P.d: No hay que entrenar al 100% de la frecuencia cardiaca máxima en cada sesión (con el perdón de los crossfiters), el objetivo final es entrenar de manera más inteligente y reducir el riesgo de lesiones.

zonas de frecuencia cardiaca

Las 5 zonas de entrenamiento

Vamos entonces a revisar todo lo que debes saber sobre las 5 zonas de entrenamiento. Identificaremos:

    • Porcentaje del esfuerzo con respecto a la Frecuencia Cardíaca Máxima (FCM)
    • Para que se utiliza
    • Efectos fisiológicos 
    • Color en los rastreadores de actividad física.

Zona 1: Recuperación activa (50–60% FCM)

Se utiliza para:

    • Calentar antes de entrenamientos más intensos
    • Vuelta a la calma después de la sesión.
    • Recuperación activa en días de descanso o entrenamientos exigentes

La Zona 1 de entrenamiento corresponde a un esfuerzo suave, donde la respiración es cómoda y se puede mantener una conversación sin dificultad.

En esta zona el esfuerzo es muy bajo y el cuerpo utiliza mayor proporción de grasa como fuente de energía. Sin embargo, es importante aclarar que esto no significa que sea la más efectiva para perder peso, ya que la quema total de calorías es baja. Su verdadero valor radica en preparar al cuerpo para esfuerzos mayores y facilitar la recuperación.

La Zona 1 se representa con el color azul en los rastreadores de actividad física.

Zona 2: Resistencia aeróbica (60–70% FCM)

Se utiliza para:

      • Mejorar la capacidad aeróbica y la eficiencia cardiovascular.
      • Favorecer la quema de grasa como fuente principal de energía.
      • Construir la base de resistencia para entrenamientos más intensos.

En la Zona 2 la intensidad es ligeramente mayor; sin embargo, puedes mantener una conversación completa aunque con una respiración más profunda. Se le conoce también como “La zona para quemar grasa” aunque el término ideal sería “zona de base aeróbica”ya que aquí el cuerpo se vuelve más eficiente en el uso del oxígeno y la grasa para una producción de energía duradera.

Esta zona de entrenamiento ha ganado mucha popularidad por su potencial para mejorar la eficiencia metabólica y la resistencia. En esta zona se hacen gran parte de las sesiones largas y sostenidas. Los atletas que se preparan para las maratones dedican un gran porcentaje de sus entrenamientos a esta zona.

La Zona 2 además disminuye la resistencia a la insulina e incrementa la habilidad del cuerpo para transportar oxigeno a los músculos.

La Zona 2 se representa con el color verde en los rastreadores de actividad física.

Zona 3: Resistencia moderada (70–80% FCM)

Se utiliza para:

      • Mejorar la capacidad cardiovascular y la tolerancia al esfuerzo.
      • Aumentar la velocidad sostenida y el rendimiento en distancias medias.
      • Transición entre el trabajo aeróbico y el umbral anaeróbico.

La Zona 3 se le conoce como “La zona de ritmo de competición” ya que permite mantener la velocidad constante durante un tiempo prolongado. También se le conoce como “la zona de potencia aeróbica” en la que el entrenamiento es mas desafiante. Aquí la respiración es más agitada y mantener una conversación es más difícil. Sin embargo, aún es posible hablar con frases cortas.

En la Zona 3 el cuerpo combina metabolismo aeróbico y anaeróbico, comenzando a depender más de la glucosa como combustible. 

La Zona 3 se representa con el color amarillo or naranja en los rastreadores de actividad física.

Zona 4: Umbral anaeróbico (80–90% FCM)

Se utiliza para:

      • Mejorar la velocidad y la potencia.
      • Aumentar la tolerancia a la acumulación de lactato.
      • Preparar el cuerpo para esfuerzos intensos y sostenidos.

Al entrar a la Zona 4 comienza a generar conciencia de que estamos a punto de alcanzar nuestra capacidad máxima de esfuerzo. En la Zona 4 la respiración es rápida y profunda; hablar resulta difícil.

Aquí se trabaja cerca del “Umbral Anaeróbico” el cual es el punto donde el cuerpo comienza a producir lactato (sustancia química que produce el cuerpo durante el ejercicio intenso) más rápido de lo que puede eliminarlo.

Entrenar en esta zona además permite incrementar el VO2max (la cantidad máxima de oxigeno que una persona puede utilizar durante el ejercicio intenso). 

La Zona 4 se representa con el color rojo or naranja en los rastreadores de actividad física.

Zona 5: Esfuerzo máximo (90–100% FCM)

Se utiliza para:

    • Desarrollar la potencia máxima y la velocidad explosiva.
    • Entrenamientos de intervalos muy cortos y sprints.
    • Estimular adaptaciones neuromusculares y cardiovasculares de alto nivel.

La Zona 5 es la intensidad más alta posible: la respiración es muy difícil, no es posible hablar, y el esfuerzo se sostiene solo por pocos segundos o hasta un par de minutos.

Es conocida como la “zona de potencia máxima”, donde el cuerpo trabaja a su límite absoluto, reclutando fibras musculares rápidas y demandando la máxima capacidad cardiovascular.

Entrenar aquí requiere una buena base previa y debe aplicarse con moderación para evitar sobre-entrenamiento o lesiones.

La Zona 5 se representa con el color rojo o púrpura intenso en los rastreadores de actividad física.

¿Cómo calcular tu Frecuencia Cardíaca Máxima?

Para identificar tu frecuencia cardíaca y estimar en cual zona de entrenamiento te encuentras primero debes conocer tu Frecuencia Cardíaca Máxima (FCM).

La manera más sencilla de calcular un estimado es través de la siguiente formula es tomando:

FCM = 220 – Edad

Julien tiene 39 años:

220 – 39 = 181 latidos por minuto (LPM)

Es importante entender que esta formula es solo un estimado ya que este calculo puede varias en función de la genética, el sexo, el nivel de entrenamiento entre otros.

Otro calculo más preciso se le conoce como la fórmula Tanaka (Se llama así por que es basado en el estudio del Dr. Hirofumi Tanaka el cual encontró que la frecuencia cardíaca máxima disminuye con la edad).

FCM = 208 − (0.7× Edad)

La Asociación Americana del Corazón ofrece predicciones de la FCM según el rango de edad (Puedes leerlo aquí). En el caso de Julien su FCM sugerida según su edad sería de 180 LPM.

Otras maneras de calcular tu FCM incluyen:

      • Prueba de esfuerzo supervisada: realizada por un profesional de la salud o entrenador certificado, midiendo la frecuencia cardíaca en un esfuerzo máximo controlado.
      • Uso de dispositivos fiables (relojes con banda de pecho) durante entrenamientos progresivos que lleven al límite de forma segura.

¿Cómo identificar las zonas de entrenamiento?

Continuamos con el ejemplo de Julien, un hombre de 39 años de edad cuyo FCM según nuestros cálculos anteriores es de 181 LPM.

A continuación te mostramos una tabla visual de sus zonas de entrenamiento donde 181 LPM será su esfuerzo máximo lo cual ¿Sería la zona número? (Redoble de tambores)

La Zona 5 (!Muy bien!)

Errores comunes al usar las zonas de entrenamiento

Es increíble todo lo que hemos aprendido hasta el momento. Seguramente, ya no verás tus entrenamientos de la misma manera (Tu corazón te lo agradecerá).

Sin embargo, es importante mencionar algunos errores frecuentes que pueden limitar nuestro progreso y además aumentar nuestro riesgo de lesionarnos:

  • No calcular la FCM correctamente

Muchas personas utilizan fórmulas genéricas sin considerar su edad, nivel de condición física o diferencias individuales. Esto puede hacer que entrenes demasiado fácil o demasiado intenso.

Usa fórmulas confiables como la de Tanaka, y si es posible, complementa con medición real durante entrenamientos o pruebas supervisadas.

  • Entrenar siempre en la misma zona

Mantenerse siempre en Zona 2 o siempre en Zona 4 no permite al cuerpo adaptarse correctamente. Cada zona tiene un propósito distinto y se complementan entre sí.

Varía la intensidad según el objetivo de la sesión y tu plan de entrenamiento.

  • Ignorar la recuperación

Saltarse días de recuperación o entrenar zonas altas consecutivas puede provocar fatiga acumulada y aumentar el riesgo de lesiones.

Respeta los días de Zona 1 y usa la recuperación activa como parte del plan.

  • Confiar únicamente en la sensación de esfuerzo

Aunque el “sentir” es útil, puede ser engañoso, especialmente cuando estás cansado o en climas extremos.

Combina la percepción de esfuerzo con medición real de frecuencia cardíaca para mayor precisión.

  • No ajustar las zonas con el tiempo

A medida que mejoras tu condición física, tus zonas también cambian. Mantener las mismas cifras de hace meses puede limitar tus progresos.

Recalcula tu FCM y tus zonas periódicamente, o ajusta según tus sensaciones y resultados.

Conclusión

Entrenar comprendiendo las zonas de frecuencia cardíaca y conociendo tu Frecuencia Cardíaca Máxima (FCM) es una herramienta muy útil para optimizar tus entrenamientos según tus objetivos como mejorar la resistencia o aumentar la potencia.

Cada zona tiene un objetivo, pasando desde una recuperación activa (Zona 1) hasta niveles más exigentes (Zona 4 & 5).

En El Método Funcional, nuestra meta es que entrenes de forma inteligente y disfrutes del proceso. Usa tus zonas de entrenamiento como guía, escucha a tu cuerpo y ajusta la intensidad de manera consciente. Así, cada entrenamiento tendrá un propósito claro y te acercará a tus metas de forma segura y efectiva.

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