Un desgarro muscular corresponde a una lesión de las fibras musculares de las cuáles está compuesto el músculo. Ocurre después de una acción física intensa. Muy frecuente en el deportista, está lesión dolorosa puede corresponder a una simple contractura, un tirón, un desgarro muscular o hasta una rotura completa del músculo y de su tendón.

¿Qué es un desgarro muscular?

El desgarro muscular: una lesión muy frecuente en el deportista

Un desgarro muscular es una lesión del músculo que ocurre durante un esfuerzo físico importante.

Puede afectar a varios músculos «estriados» o «esqueléticos», que están compuestos de fibras musculares y que se atan a un hueso del esqueleto. A menudo, el desgarro ocurre al nivel del muslo (parte anterior o posterior) o al nivel de la pierna.

Su nivel de gravedad puede variar : de la simple distención (o tirón), a la rotura parcial o completa del músculo.

Dolores musculares sin desgarro durante la actividad física

Con frecuencia, estos dolores a menudo ocurren por culpa de esfuerzos excesivos ; desaparecen después de una buena recuperación, una buena hidratación y estiramientos :

  • El calambre o espasmo muscular : contracción intensa, involutaria y muy dolorosa. Puede ser causado por una variedad de factores, como lesiones, fatiga muscular, deshidratación, estrés o trastornos neuromusculares.
  • Las contracturas : dolores musculares  a la palpación, a la contracción y al estiramiento. Aparecen al día siguiente de un esfuerzo físico.

Una contusión muscular puede aparecer después de un golpe

Aparte del desgarro muscular, otros accidentes musculares son posibles, como la contusión de un músculo después de un golpe directo. Puede ser por culpa de un simple golpe de rodilla sobre la parte externa o anterior del muslo durante un partido de fútbol por ejemplo. En este caso, la contusión se traduce por lesiones de fibras musculares y sangrado entre estas mismas fibras (hematoma).

Desgarro muscular, rotura y distensión

Distención y desgarro muscular : lesiones de diferente gravedad

Hay varios grados de gravedad en las lesiones musculares, según el numero de fibras musculares rotas:

  • La distención muscular : Ocurre cuando las fibras musculares se estiran más allá de sus límites y pueden resultar en una ruptura parcial de las fibras musculares. Generalmente se debe a un movimiento brusco o excesivo del músculo.
  • El desgarro muscular parcial : Es una ruptura más severa de las fibras musculares. En este caso, solo algunas fibras se rompen.
  • La rotura muscular completa : cuando se rompe todo el músculo o su tendón (aparece un hematoma y el músculo se deforma).

Los síntomas de un desgarro muscular

Generalmente, un desgarro muscular genera:

  • un dolor agudo como de puñalada o un tirón en el músculo durante un esfuerzo. El músculo no se puede movilizar más. El deportista no puede seguir con su actividad y tiene que descansar.
  • se puede sentir un «chasquido» o un «estallido» en el momento en que ocurre el desgarro, especialmente en casos de desgarros musculares graves.

El músculo lesionado es muy doloroso. Rapidamente, aparece un hematoma y un edema o una decoloración en la piel. Esto se debe a la ruptura de los vasos sanguíneos cercanos al área lesionada.

En el caso de una rotura muscuo-tendinos puede aparecer como un hueco al nivel de la rotura, y una «bola» al nivel del músculo retraído.

La rotura muscular puede tener consecuencias graves

La unidad «musculotendinosa» está compuesta de:

  • Músculos ;
  • Aponevrosis (vainas fibrosas que envuelven el músculo) ;
  • Tendones (que permiten la inserción del músculo sobre los huesos) ;

Un desgarro muscular puede afectar cada uno de estos elementos.

Por ejemplo, un edema muscular o un hematoma importante puede comprimir otras estructuras, porque las aponevrosis alrededor del músculo estan limitadas en su elasticidad. Así, los nervios, los vasos sanguineos y linfáticos, que rodean el músculo, pueden estar comprimidos y lesionados después de un desgarro muscular.

Las causas y los factores de riesgo de las lesiones musculares

Un desgarro muscular aparece después de un esfuerzo físico muy importante (ejemplo: aceleración importante o golpe fuerte en una pelota durante un partido de fútbol). Este corresponde a una causa intrínseca, osea que depende solo de la persona y de ningún factor exterior.

Una causa extrínseca corresponde a un traumatismo : después de un golpe directo por ejemplo.

El riesgo de sufrir de un desgarro se ve incrementado por determinados factores:

  • una mala preparación física o una falta de calentamiento
  • una falta de fuerza en el músculo lesionado (estudio) o en sus antagonistas.
  • una mala recuperación entre actividades físicas intensas
  • un movimiento excesivo o violento
  • una alimentación desequilibrada
  • una tendinitis

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