Descubre los mejores tratamientos para la escoliosis. Al final del artículo te vamos a proponer ejercicios eficientes para la escoliosis.

Qué es la escoliosis

La escoliosis se entiende como una curvatura lateral anormal en la columna vertebral, es decir, la desviación hacia la izquierda o la derecha de la columna vertebral. Si se observa la columna vertebral desde delante o detrás, esta debe ser recta, mientras que vista de perfil tiene cuatro curvaturas (naturales).

Entonces, la escoliosis es precisamente la desviación que se detecta cuando la columna es vista desde delante o detrás. Por lo general, se desconoce la causa de la escoliosis, en el 85% de los casos no se detecta una causa probable y suele atribuirse a defectos de formación durante el proceso embrionario o la existencia de otras enfermedades más generales.

La escoliosis es una desviación lateral de la columna.

En este artículo nos encargaremos de repasar algunas formas de tratamientos para la escoliosis, sin dejar de lado información relevante respecto a este padecimiento que afecta a muchos.

Actualmente, la escoliosis afecta alrededor del 2% de la población mundial y tiene la característica de incluir el factor genético, ya que la probabilidad de sufrir escoliosis se aumenta en un 20% si otro miembro de la familia lo padece.

Sin embargo, aunque el factor genético es relevante y no se puede cambiar, el estilo de vida también incide en la expresión de esta incidencia genética. Es decir, la actividad física y los buenos hábitos a nivel muscular ayudan a que se reduzca el impacto del factor genético.

Las tres causas de la escoliosis

Existen tres factores que determinan las causas de la escoliosis: la genética, el daño por lesiones y los hábitos de la cotidianidad.

 

El ADN

Las sospechas de que parte de las causas de esta enfermedad estaban sustentadas en la genética eran muchas, hasta que un estudio publicado por la American Journal of Human Genetics el 23 de julio de 2015 demostró las sospechas iniciales.
Gracias a este estudio se determinó que la escoliosis se produce tras una mutación que produce exceso de BNC2 y la proteína YY1 no es capaz de regularla.

Entonces bien, esto demuestra que la genética es un factor importante y no se puede cambiar. Sin embargo, a través de los hábitos diarios y la actividad física es posible tratar la escoliosis e incluso reducir los factores de riesgo significativamente.

 

Daño por lesiones y hábitos diarios

Lesiones lumbares pueden ser el detonante para la escoliosis, dentro del tipo de lesiones más comunes están las generadas por accidentes de tránsito. Además, la distrofia muscular o el Síndrome de Marfan son parte de las enfermedades más generales que derivan en el padecimiento de escoliosis.

Por su parte, los malos hábitos de postura y la falta de actividad física también son factores de riesgo para el padecimiento de escoliosis. La postura y ser consciente de ella es el inicio del fortalecimiento y, aunque la genética no se puede cambiar, los hábitos de postura y la actividad física sí.

ejercicios para la escoliosis

La escoliosis y el desequilibrio muscular

El cuerpo, en términos musculares y de postura, funciona como un rompecabezas. Si todas las piezas están en su lugar, los músculos harán su trabajo correspondiente, se mantendrán activos y las lesiones o dolores aparecerán con baja frecuencia.

Por su parte, cuando hay un desorden en el funcionamiento muscular, por ejemplo una curvatura espinal anormal producto de la escoliosis, el cuerpo irá desarrollando desequilibrios musculares como consecuencia para tratar de adaptarse al problema que se está generando.

De hecho, el cuerpo es capaz de aprender y crear memorias musculares para recordar cómo hacer tareas con menos esfuerzo. De esta forma, se adaptan a los cambios de postura para contrarrestar el dolor o la incomodidad. Así, se profundizan las degeneraciones producidas a partir de desequilibrios musculares como la escoliosis. Es por eso que los tratamientos para la escoliosis deben incluir ejercicios físicos activos.

 

Tratamientos para la escoliosis

Existen diferentes tratamientos para la escoliosis en la actualidad. A continuación, repasamos las más eficientes.

 

Ejercicios diarios como tratamientos para la escoliosis

Existen varios ejercicios que sirven para tratar la escoliosis. Todo depende de la ubicación de la curva de la escoliosis, para las personas que padecen de escoliosis lumbar, lo ideal es ejercitar la zona lumbar. Por su parte, quienes sufren de escoliosis torácica necesitan ejercitar sus hombros y la zona entre los omóplatos.

A continuación se detallan algunos ejercicios que se recomiendan para quienes padecen de escoliosis.

1. Elevación de brazos y piernas

La zona lumbar es capaz de generar fortalecimiento a través de las elevaciones de brazos y piernas. Este ejercicio es bastante simple, debe estar acostado boca abajo, extender los brazos por encima de la cabeza y mantener las piernas rectas.

Al estar en esa posición, deberá levantar un brazo del suelo y la pierna contraria a este brazo, manteniendo la elevación durante una o dos respiraciones. Lo ideal es hacer unas 15 repeticiones con cada par de extremidades.

2. Rotaciones de espalda

Con este ejercicio se moviliza la columna vertebral en rotacion: un lado se estira, mientras el otro se contrae.

Debe ponerse de rodillas y colocar una mano en el suela y la otra detras de la cabeza. Después de esto, es momento de girar contrayendo los músculos de la espalda y elevando el codo lo más alto posible.

3. Estiramiento del músculo dorsal ancho

Gracias a este ejercicio de estiramiento se puede trabajar en el músculo más grande de la zona superior del cuerpo. Por lo general, quienes padecen de escoliosis torácica se ven más afectados en esta zona, pero la escoliosis lumbar es capaz de generar tensión en la espalda que puede llegar a la zona del dorsal ancho.

Para este estiramiento es necesario ponerse en posición cuadrupedia, adelantar una mano justo adelante de la otra. Después de esto, es momento de empujar las caderas hacia atrás, en dirección de los talones.

Esa posición debe mantenerse durante una o dos respiraciones para después volver a la posición original. Finalmente, se repite el mismo movimiento hacia el lado opuesto. Lo ideal es hacer de 5 a 10 repeticiones de cada lado. Es muy eficaz para alivar las tensiones.

Un programa de ejercicios para la escoliosis

En la plataforma del Método Funcional, te propongo un programa especial para los que sufren de la escoliosis. Te ayudará a recuperar la movilidad en tu columna, a corregir los desequilibrios articulares y a fortalecer tu espalda.

Método Funcional

Corsé ortopédico

El uso de corsé es otro de los tratamientos para la escoliosis. Un corsé es un chaleco de plástico con rigidez característica que se sitúa alrededor del torso, comenzando desde debajo de las axilas y llegando a las caderas. Por lo general, los corsés tienen un sistema de correas para mantenerlo bien posicionado y generar el enderezamiento correspondiente en la columna.

El uso del corsé es de las primeras medidas tras el diagnóstico de escoliosis. La meta es evitar la profundización de la enfermedad que puede necesitar intervención quirúrgica.

Actualmente, existen diferentes tipos de corsés y un médico especialista es el encargado de definir cuál es el que se corresponde a cada caso. Todo dependerá del tipo de escoliosis que se padezca, su gravedad y la ubicación en la columna que tenga.

¿Realmente funcionan los corsés para tratar la escoliosis?

La respuesta es: sí. Los corsés ofrecen una solución eficiente para pacientes con una escoliosis moderada que no entre en la desviación escasa ni crónica. Gracias a un corsé con buen diseño se puede conseguir una reestructuración de las costillas para corregir problemas de respiración y desviación.

Por supuesto, la eficiencia del corsé dependerá de la calidad con la que se fabrique, pero un experto debe ser capaz de crear corsés ortopédicos diseñados de forma asimétrica según las necesidades de cada paciente. En términos generales, es una buena solución si se está en manos de expertos.

Cirurgia para la escoliosis

Tratamientos para la escoliosis

Cirugía

La escoliosis puede empeorar al punto de no poder tratarse con ejercicios de postura o el uso de corsés. En ese punto, la cirugía surge como opción para solucionar las afecciones generadas por este padecimiento.

Los objetivos de la cirugía para la escoliosis
Las cirugías para tratar la escoliosis suelen requerirse porque la curva y, en consecuencia, la deformidad solo siguen acentuándose. En ese sentido, uno de los objetivos de la intervención es evitar que la curva siga empeorando.

Además, una intervención quirúrgica de estas características debería ser capaz de eliminar la torsión anormal de la columna y corregir la curvatura al menos a la mitad. Por supuesto, estos cambios significan la posibilidad de mantener la espalda más erguida y reducir la joroba.

Asimismo, el cirujano debe tomar en cuenta el equilibrio generalizado del tronco, ya que este es otro de los objetivos de este tipo de cirugías. Lo ideal es mantener la mayor parte de la curvatura natural de la columna, mientras se mantienen las caderas y las piernas con toda la uniformidad necesaria.

 

Tipos de cirugías

Existen tres categorías generales de cirugías para los tratamientos para la escoliosis, a continuación se revisarán algunos detalles de cada una.

 

Fusión

La premisa de esta cirugía es fusionar de forma permanente dos o más vértebras adyacentes, la intención es hacer que crezcan juntos y formen un hueso sólido que no se siga moviendo.
Es una cirugía con buen índice de eficiencia y seguridad a largo plazo para los pacientes. Sin embargo, genera la pérdida de movilidad en las vértebras, lo que se traduce en una reducción de la movilidad y torsión.

 

Sistemas de crecimiento

En este procedimiento quirúrgico se anclan varillas a la columna vertebral con la intención de corregir o mantener la curvatura correspondiente. Por lo general, este tipo de intervención se realiza en infantes y cada 6 o 12 meses se hace otra cirugía para alargar las varillas y mantenerlas adecuadas al ritmo de crecimiento.

Después de esto, cuando el paciente está cerca de alcanzar la plena madurez en el crecimiento de su esqueleto, se suele realizar una fusión espinal. Es decir, los sistemas de crecimiento son una forma de retrasar la cirugía de fusión mientras se llega a una edad conveniente para hacerla.
No es recomendable hacer una operación de fusión espinal a una temprana edad porque puede dejar menos espacio para el desarrollo de los pulmones y generar un problema de carácter respiratorio.

 

Sin fusión

La cirugía sin fusión usa el concepto de que si se ejerce presión de forma constante sobre un hueso, este crecerá más lento y con mayor densidad. Entonces, si se aplica presión en el lado exterior de una curva de la columna se puede ralentizar e incluso detener el crecimiento exterior de la curva, mientras tanto, se conserva un crecimiento normal en la zona interna.

De esta forma, conforme la columna siga creciendo bajo esta técnica se puede ir reduciendo la curva lateral mientras la columna se endereza. Para este método quirúrgico se usa un sistema de sujeción vertebral con tornillos y se tensa con una cuerda para enderezar la columna.

La gran ventaja de este método es lograr enderezar la columna vertebral sin sacrificar movilidad y torsión en el futuro. Sin embargo, este es un enfoque médico relativamente nuevo, por ello, no se tienen datos para comprobar su eficiencia a largo plazo.

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